La ashwagandha (Withania somnifera) es una planta que pertenece a la familia de las solanáceas, al igual que el tomate. Es una hierba muy utilizada en Ayurveda, el sistema herbal tradicional de la India. Sus raíces se utilizan con diversos fines terapéuticos y medicinales. Se considera un tónico general y una planta adaptógena, lo que significa que aumenta la capacidad de adaptación del organismo y su resistencia a condiciones extremas (por ejemplo, frío, estrés, exigencias físicas o psicológicas). Uno de sus efectos es optimizar el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, mejorando nuestra respuesta al estrés. 

También tiene la capacidad de estimular el sistema inmunitario, aumentar los niveles de energía y, al mismo tiempo, reducir la producción excesiva de cortisol. Dado que los niveles excesivos de cortisol son la causa más común del insomnio relacionado con el estrés, esta planta se utiliza a menudo para tratar este tipo de insomnio. En estudios clínicos, la ashwaghanda ha demostrado efectos ansiolíticos similares a los del lorazepán (un fármaco utilizado para tratar la ansiedad) y también ha mostrado efectos antidepresivos. 

También ha sido reconocida como una planta capaz de aumentar la capacidad de memoria y la habilidad cognitiva, debido a su actividad antioxidante y a su capacidad para aumentar la actividad del receptor de acetilcolina (un neurotransmisor implicado en la memoria y el aprendizaje).  También ha mostrado resultados muy interesantes en la enfermedad de Alzheimer. 

Algunos estudios también han informado de que la Ashwagandha inhibe el crecimiento de células cancerosas en animales, pero se necesitan más investigaciones para confirmar si estos efectos son aplicables en humanos.